Del futuro, sí, has leído bien. ¿O crees que saturar los vertederos con miles de toneladas de pañales de un solo uso (que tardan entre 300 y 500 años en desintegrarse) es el progreso? Dejar de hacerlo es lo mejor que puedes hacer si te importa el futuro del planeta, o sea, el de tus hijos. Y volvemos al punto de partida: Los pañales del futuro.
Ya os avisé de que iba a ampliar temática, aún así quiero dejar claro que este post es algo excepcional. Es lo que tiene la maternidad, te sumerge, te atrapa, te envuelve y no te deja pensar en otra cosa que no sea la felicidad máxima de ver crecer cada día ese nuevo y perfecto ser humano que has creado. Eso, y la caca 😀
Con MiniBio, allá por el año 2010, ya usé pañales lavables, me gustaban mucho, sobre todo porque en todo el tiempo que los estuvo usando JAMÁS tuvo una irritación. Miento: una vez se le irritó, pero fue porque estábamos de vacaciones en la playa y se le metió arena. Ah y por supuesto, añado: JAMÁS usamos crema de pañal, ni siquiera de forma preventiva, sencillamente no hizo falta. Esto quería dejarlo claro porque a menudo nos centramos en si es engorroso lavar los pañales o no, si son cómodos para nosotros los adultos, pero creo que un aspecto fundamental a tener en cuenta es el bienestar del pequeño que los lleva puestos todo el día, y en ese sentido yo lo tengo muy claro: me decanto por los de tela.
Dicho esto: ¿cual es más cómodo? Pues eso depende mucho del ritmo de vida de cada familia, del tipo de pañal que elijamos, del espacio que tengamos en casa para tender, incluso de la época del año en la que estemos…o sea que no hay una verdad absoluta pero yo os voy a contar mi experiencia y desde ahí, que cada uno saque sus conclusiones y tome sus propias decisiones, como siempre.
Con MiniBio, usé principalmente pañales «Todo-en-dos»: son pañales que traen un insertable, una pieza de quita y pon, que se separa del pañal para lavar, y después de secar se vuelva a colocar. ¿Por qué hacemos esto? Porque así el pañal se seca antes, al ser en dos partes, cada una tiene más superficie en contacto con el aire, sencillamente. También permite tener más absorbentes que pañales y en ocasiones cambiar solo el absorbente si ha habido poco pis, y no ha llegado al pañal, pero eso es algo que yo personalmente no hago mucho. En cualquier caso: este tipo de pañales ya me parecía muy cómodo, porque los «Todo-en-uno» tardaban la vida en secar, pero es que desde el 2010 las cosas han cambiado mucho, y para bien, así que sin duda ahora puedo decir que los pañales lavables son mucho más cómodos de lo que mucha gente piensa.
¿Qué ha cambiado desde el 2010?
Pues casi todo. En realidad, sobre todo los materiales, que cada vez son más suaves y más rápidos de secar. Microfibra, bambú…tejidos que ya existían pero que han ido mejorando sus prestaciones de absorción, secado, suavidad porque los fabricantes no paran de investigar y desarrollar sus productos. ¿Y qué me decís del aspecto? Cuando buscaba cómo equiparme para MiniBio, recuerdo haber visto estampados que literalmente daban ganas de salir corriendo sin mirar atrás. ¡Horror! Pero ese tiempo pasó a la historia, y hoy podéis encontrar con facilidad monerías como estas que os enseño hoy.
Si os gustan estos modelos, aquí tenéis los detalles: son el modelo TE1 orgánico en estampado Kipling (homenaje al libro de la selva) de Bumgenius y el modelo Basic bambú de Bambooty (estampado Piñas). Ambos son multitalla, y vienen de Oh! La Luna El blanco roto de la primera foto es el Freetime (también de Bumgenius), mi favorito en cuanto a ligereza y tiempo de secado: es un TE1 pero se «abre» el absorbente en 3 partes, de tal modo que se seca casi mejor que un TE2!
Y para preciosura, echadle un vistazo también a los colores de los pañales más molones de Hamac Paris.
Esta marca es una buen ejemplo de que, aparte de la estética, la tecnología también ha cambiado en estos años. Ya casi no se encuentran pañales con bolsillo: eran aquellos en los que el insertable se metía dentro de un bolsillo, como un doble fondo que tenía el pañal. ¿Cual era el problema? A la hora de sacarlo para lavar, una vez mojado (o peor 😉 ), había que meter la mano ahí para sacarlo, y eso sí era un poco arghhh. Pero ahora van unidos con clips (Bumgenius o Bambooty), o metidos en una «hamaca» como éste de Hamac, un diseño realmente innovador que nos facilita mucho la vida. Os recomiendo el absorbente de microfibra, más que el de algodón orgánico, que queda muy rígido. Incluso tienen absorbentes desechables, para cuando estás fuera de casa por ejemplo, si no quieres tener que cargar con tu pañal usado de vuelta a casa. Tiras el absorbente usado y pones otro, listo!
¿Véis la «hamaca»? Se inserta el absorbente ahí y queda perfectamente encajado. Easy!
Además Hamac tiene un pañal de natación, super cómodo en verano porque se lo pones día sí día también, y se seca en un voleo. Y de lo bonito que es, ¿hablamos? 😉
Con esto quiero deciros que de verdad, si os estáis planteando probar los pañales de tela, no lo dudéis: ¡probadlos! Probad con uno o dos, no es una gran inversión, y si no os convence del todo y no compráis más, siempre podréis seguir usando esos dos por ejemplo para la noche, que a lo tonto es un ahorro importante. O tenerlos en reserva para el día que se os acaben los desechables a las diez de la noche (que levante la mano quién haya vivido esa experiencia maravillosa).
Y ya para rematar el post dedicado a la caca más largo de la historia, os enseño con qué lavo mis pañales, ya que es una pregunta muy recurrentre entre las mamás (y los papás, ¿qué pasa?) que se plantean el uso de pañales de tela. No vale cualquier detergente, es verdad. Los que contienen glicerina «engrasan» el pañal, forman una película invisible que a la larga lo impermeabiliza, y empiezan las fugas (o los olores «a amoníaco»). Pero si comprobamos que nuestro detergente es apto, no tendremos ese problema. En mi caso, con MiniBio recuerdo haber usado el detergente en polvo de Lerutan, que olía a lavanda. Me gustaba pero lo usaba solo para los pañales, porque dejaba la ropa bastante «tiesa» (¡otra cosa fundamental es que no se puede usar suavizante en una colada de pañales!). Con MicroBio, he tenido la suerte de poder probar una marca divina, con una gama tan amplia como ésta:
Se trata de la línea Little Violet´s de Homescents, una gama de productos naturales para la colada de los bebés que podéis encontrar en My natural baby box.
El detergente más adecuado para los pañales es el que viene en polvo, en mi caso lo tengo con olor a lavanda también y la verdad es que me ha ido genial. Se usa poquísimo además, así que el paquete me ha durado meses.
Si los veo muy sucios, añado una pizca del desinfectante y mano de santo (éste cunde todavía más, yo creo que lo compras una vez y te dura hasta que tu peque deje el pañal).
Para la ropa de MicroBio (y a veces la mía, lo confieso), uso el líquido, porque el mío huele a lima-pomelo y me vuelve loca! (este en cambio se me ha acabado pronto, con el litro que trae da para 25 lavados, y como es un vicio lo he gastado enseguida). Lo tienes disponible también en aroma Lavanda, o Sin perfume si tu peque tiene dermatitis atópica (o simplemente prefieres no perfumar su ropa).
Y si hay manchas, un poquito del quitamanchas, que básicamente es como el «Vanish» ese de los anuncios grabados ante notario, pero natural!
Vamos que esta gama es una maravilla, porque además de eficaz y ecológica, es súper completa ya lo habéis visto, y muy agradable de usar. Algo fundamental para una maniática de los olores como yo, y más cuando se trata de algo que va a estar en contacto con la piel de tu bebé. Quieres que su ropa esté libre de tóxicos, claro, pero también que quede limpia, suave y que huela bien (o por lo menos que no huela), y esta gama cumple todos esos requisitos.
Bueno, espero haberos dado alguna pista a quienes estéis o tengáis pensado cambiar pañales por un tiempo. Cualquier duda me la dejáis en comentarios, que éste es un tema que da para mucho más, y aquí solo he hecho un resumen porque tampoco quiero cargar demasiado.